LA AMISTAD, EL AMOR Y LOS HUEVOS CON JAMÓN

Todos los seres humanos somos seres sociales; necesitamos formar grupos para vivir y progresar. Desde la familia, el grupo más importante, pasando por la comunidad, los grupos de trabajo, grupos escolares, hasta los equipos de fútbol. Nos integramos y colaboramos para cumplir nuestras metas.

Todos y cada uno de nosotros participamos en diversos grupos, y sea cual sea el objetivo del equipo, aportamos los ingredientes para preparar un delicioso platillo: ¡huevos con jamón!
Si somos obreros y fabricamos zapatos, hicimos huevos con jamón.

Si nos juntamos por equipos para hacer un trabajo escolar, también preparamos huevos con jamón.

La selección mexicana de fútbol gane o pierda sus partidos, prepara huevos con jamón.

En las reuniones familiares hacemos huevos con jamón

Se estarán preguntando ¿Huevos con jamón? ¿Qué es eso?

Pues los huevos con jamón tienen dos ingredientes básicos: huevos y jamón.

Al participar en un grupo o equipo, aportamos cada quien un ingrediente: o ponemos los huevos o ponemos el jamón. Y no se trata de ir a la tienda a comprarlos, ni de un albur para los mal pensados. Se trata de nuestra actitud con el grupo. Y el grupo esta formado de dos tipos de seres: gallinas o cerditos.

Los que escogemos ser gallinas y ponemos los huevos.

Los que elegimos ser cerditos, ponemos el jamón.

Una enorme diferencia de actitud...

¿Qué le cuesta a una gallina ceder un huevo? Todos los días puede poner uno o más. Si regala uno, no importa mucho, porque tiene de sobra. Si se le acaban, pues pone más. Quizás no le guste regalar sus huevos, pero no es el fin del mundo. Su vida sigue.

Por el contrario, los cerditos que ponen el jamón, ponen parte de su ser. Cuando un cerdito decide poner el jamón, sabe lo que esa decisión significa: Sacrificio y entrega. ¡Qué difícil es ser cerdito!

En la empresa, hay quienes simplemente ponen huevos: llegan "a tiempo, se van temprano, cumplen su horario, hacen su trabajo y cobran puntualmente. No les interesa si la empresa va bien o va mal. Sólo saben poner huevos.

Gracias a Dios existen uno o dos cerditos que se sacrifican y entregan al 150% poniendo el jamón para que la empresa progrese.

Con los amigos y familiares sucede igual, hay gallinas que sólo saben poner huevos: el coche para la fiesta, los cigarros, el vino, cualquier cosa que no signifique ninguna molestia, mucho menos sacrificio.
Y existen los cerditos, que ponen el jamón: Su tiempo para escuchar a quienes tienen problemas, su voluntad para ser el conductor designado (por más que se le antoje una copita en medio del buen ambiente), su ayuda, en cualquier tiempo y lugar, para sus amigos y familiares.

Y en la pareja, sobre todo ya casados, uno de los dos es la gallina y el otro el cerdito. La gallina pone lo que le sobra, que normalmente es dinero. El cerdito se entrega por el otro y sus hijos. No hace falta escribir más para describir lo que hace. Todos lo sabemos....

Aprendamos a reconocer a los cerditos que nos rodean, pero más importante, seamos nosotros cerditos en todo lo que hagamos, no solo en este día del amor y la amistad, sino siempre y con todos.

Don Juan Marlene

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