Vivienda usada, mercado potencial.

Por Tatiana Jimenez

El hecho que los organismos de vivienda establezcan topes a casas usadas sería un error y un retroceso, afirmó Ricardo Marentes, director general de Aserva Consulting Group.
Ante la solicitud de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) de establecer mayores exigencias para la comercialización de la vivienda usada, al considerarla una competencia desleal para los desarrolladores de vivienda nueva, Marentes destacó que esta acción coartaría la libertad del consumidor en cuanto a qué tipo de vivienda puede adquirir.
“La solicitud de créditos para vivienda usada a Infonavit y Fovissste pasó de entre diez y 12 a 30 por ciento en 2009. Esta tendencia está marcando a los desarrolladores cuáles son las necesidades de la gente y qué características solicitan en una vivienda”, comentó.
El especialista dijo que hoy en día los demandantes de casas realizan una mejor investigación antes de adquirir un crédito hipotecario y encuentran una oferta interesante en la vivienda usada debido a varios factores que le representan una mayor calidad de vida.
Entre los satisfactores que la gente encuentra en una vivienda usada están una mayor cercanía a escuelas, empleos y servicios; un mayor espacio y en muchos de los casos que están construidas con materiales de mejor calidad, afirmó el director general de la consultora.
En concordancia, Claudia Velázquez, directora de estudios de mercado de Softec, mencionó que la vivienda usada “ha ido escalando en número”, debido a que en la demanda inciden factores como la capacidad de pago y la ubicación de la casa habitación, elementos que no siempre son cubiertos con una vivienda nueva.
Ricardo Marentes añadió que este tipo de hogar representa un ahorro en el precio deaproximadamente 15 por ciento, por debajo de construcciones nuevas.
El entrevistado agregó que si bien los constructores de vivienda nueva han visto mermadas sus ganancias con la preferencia de la demanda hacia las unidades usadas, las condiciones de comercialización de ambas son similares.
“Hay un impuesto sobre vivienda nueva pero no es tan impactante. Para una vivienda usada se necesita mayor documentación. Por ejemplo demostrar que esta libre de gravamenes, que tiene todos los derechos y que es habitable.
"Deberia ser un aliciente para que los desarrolladores vean una competencia real y busquen ser mas competitivos", menciono el experto.
Por su parte, Martin Obregon, presidente de la Asociacion de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) afirmó que la mayor recuperación este año será en la compra-venta de casas usadas, seguido del mercado inmobiliario turistico donde existe una gran oferta de nuevos desarrollos en el pais.
Para los empresarios de la construccion, la demanda de casas usadas representa un potencial que se debe aprovechar en el pais.

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