Para medir el bienestar específico que experimentan las familias mexicanas en su vida diaria no hay mejor indicador que el sector de la vivienda. No es con celulares autos nuevos y cuentas de Afore como mejor podemos reflejar el bienestar creado en México en los últimos diez años aunque por supuesto cuentan sino con el más simple y poderoso argumento. Cada día más mexicanos compran una casa nueva antes vivían en pequeños cuartos dentro de la vivienda de una familia extendida primos, tíos, suegros. Hoy tienen la opción y el financiamiento para adquirir una casa o departamento. No importa lo pequeño que sea es propio y esa propiedad es uno de los principios que sustentan el capitalismo contemporáneo.
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